Alcira Soust fue musa y figura mítica para varias generaciones de jóvenes, activistas y artistas en los años sesenta, setenta y ochenta. Roberto Bolaño, amigo personal de la poeta y quien perteneció al grupo de vanguardia los Infrarrealistas, asentó el mito sobre Alcira en dos de sus novelas, Los detectives salvajes y Amuleto, esta última dedicada a ella. Sin embargo, la muestra no establece una indagación sobre el mito, pues tiene, en cambio, el cometido de reconstruir los mundos de Soust, así como su ideario artístico, político, latinoamericano y antiimperialista, y la forma en que se entremezclaron con su vida personal.