El paro subió en 121.000 personas en el primer trimestre del año, lo que supone un 3,8% más que en el trimestre anterior, y la ocupación disminuyó en 285.600 puestos de trabajo (-1,4%), acusando así parte del impacto de la crisis sanitaria y de la declaración del estado de alarma a partir de mediados de marzo. En ambos casos se trata de los peores registros de paro y empleo desde el año 2013.