La logística de la FIFA marcaba la llegada del Necaxa al Mundial de Clubes 2000 para el 4 de enero, dos días antes de enfrentar al Manchester United, pero los mexicanos decidieron sacrificar los festejos de Año Nuevo y viajaron desde el 26 de diciembre a Sao Paulo, Brasil.
Los Rayos dejaron a un lado la celebración familiar y pasaron un Año Nuevo distinto, festejando en su hotel de concentración en Copacabana sin estar cerca de sus seres queridos.