Así es, cuando algo ya ocurrió hace algún tiempo, nuestro cerebro “se encarga” de hacer una versión propia de los hechos. Esto significa que nos vamos olvidando de los detalles, especialmente cuando se trata de un recuerdo triste, traumático o que esperamos olvidar, tal como un robo, un accidente, un golpe, etc. Situémonos en el contexto de juicio, los recuerdos de los testigos son fundamentales durante un proceso judicial, sin embargo, parece que no siempre se puede confiar al 100% en esta memoria. Los estudios científicos indican que el hecho de recordar es algo subjetivo en todos los casos. Además, la mente nos puede jugar una “mala pasada”, hacernos fallar fácilmente y que creamos los falsos recuerdos. Sobre todo, si se está bajo presión brindando testimonio en un tribunal. La psicología forense es una rama dentro de la psicología que se encarga de analizar evidencias que atañen los procesos judiciales. Trabaja recopilando información desde lo psicológico y también emocional de los testigos de los hechos. Colabora en juicios e incluye evaluaciones y perfiles de los que dan sus testimonios frente a los jurados. Está siempre a disposición de los fiscales, abogados (defensores o no), jueces y demás profesionales dedicados a la justicia.