El Tour de Francia deja una huella positiva y determinante sobre el terreno. Lleva muy alta por todos los sitios que atraviesa la bandera del movimiento mundial de la movilidad inteligente para construir un futuro juntos: un futuro en bicicleta en favor de la protección del medio ambiente, la ordenación de los territorios, la sensibilización de la juventud y la práctica cotidiana de la bicicleta como una fuente de bienestar y equilibrio.
