Madrid, 28 ene (EFE).- El objetivo de la firma Mans es reconducir la elegancia masculina con sensatez, sin estridencias ni locuras, y para ello propone trajes relajados confeccionados con tejidos femeninos como el tul o la seda. Eso sí, con absoluto respeto a la sastrería artesanal.
Con un nuevo lenguaje, mucha audacia y un don especial para la costura, Jaime Álvarez en la madrileña Casa de Velázquez ha mostrado una sastrería moderna, con una nueva silueta en la que marca la cintura del hombre y con la que consigue reinventar los armarios masculinos.
En esta colección otoño-invierno 2020-21, la quinta de este diseñador, inspirada en la pintura impresionista de Monet, Degas, Pissarro o Cézanne, se ha visto una nueva experimentación en sus prendas que luce un aspecto “más relajado” con absoluta devoción hacia la sastrería tradicional.
Criado en La Luisiana (Sevilla), Álvarez ha trabajado tejidos femeninos como la seda o el tul para confeccionar una camisería en la que sobresalen piezas con cuello en cascada, un modelo azul noche cuajada de lentejuelas y abalorios, que le ha llevado coserla más de un mes.
Prendas que combina con pantalones de tallo alto y chaquetas que se cruzan “para abrazar el cuerpo”, un modelo que se ha visto en distintos largos y conjuntados con pantalones de pernera ancha, levitas de piel de cordero, cazadoras de potro.
La colección tiene esencia onírica, pero también atesora un punto loco a la vez que sensato como se ha visto en una americana de raya diplomática con piezas empastadas de raso haciendo una figura geométrica, un ejercicio complicado que resume el talento y las ganas de innovar y trastocar la sastrería de tiempos pretéritos.EFE
IMÁGENES CEDIDAS POR LA MERCEDES-BENZ FASHION WEEK MADRID (MBFWM).