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Las historias de rehenes pueden ser realmente terribles. No es sorprendente que las utilicen tan a menudo en varias películas — así mantienen en vilo a la audiencia. Pero eso puede suceder no sólo en las pantallas grandes. A veces las personas normales pueden ser víctimas de los maleantes, y todo lo que queda es esperar un milagro. Y pedir ayuda de tal modo que el agresor no se dé cuenta. Es mucho más difícil de lo que parece, pero los héroes de nuestro vídeo de hoy pueden decir que la suerte estaba de su parte. Bueno, primero lo primero.
