Los amantes de la estética universal de lo ordinario y lo vulgar tiene una cita ineludible en el museo del Kitsch en Bucarest (Rumania) donde se pueden admirar desde un espeluznante muñeco de Drácula a tamaño natural, pasando por decoraciones hogareñas hasta reliquias de la dictadura comunista.
Aquí la nota: http://noticiasncc.com/cultura/destacada-cultura/12/02/museo-kitsch-tributo-mal-gusto/