Desfigurada por los golpes de sus compañeros, Ana Claudia Rocha Ferreira no se atrevía a salir a la calle. Como las millones de mujeres que sufren violencia conyugal en Brasil, fue agredida en la boca y los dientes. Este fenómeno se ha vuelto tan común que dentistas voluntarios formaron una red para reconstruirles la dentadura, y la vida.