Unos 7 millones de personas viven con artrosis en España. Se trata de una enfermedad degenerativa crónica que afecta al cartílago, al hueso y a los tejidos de la articulación. El tratamiento para esta patología se limita a antiinflamatorios y a un grupo de fármacos biológicos, los SYSADOA, que reducen el dolor y la rigidez de forma lenta y progresiva con escasos efectos secundarios. La Fundación Internacional de Artrosis asegura que en un encuentro con responsables del Ministerio de Sanidad se les ha planteado la posibilidad de dejar de financiar este grupo de medicamentos condroprotectores.
Asociaciones como AECOSAR reclaman que no se deje de financiar estos medicamentos.
La utilización de fármacos condroprotectores aporta ventajas terapéuticas y sobre todo de seguridad ya que muchos pacientes con artrosis tienen comorbilidades asociadas y suelen estar polimedicados. Los antiinflamatorios pueden utilizarse sólo de forma puntual.
La artrosis afecta principalmente a mujeres mayores de 50 años y es una de las enfermedades más incapacitantes. Según las asociaciones de pacientes, los fármacos sólo suponen el 5% del coste que genera esta patología.