Los últimos incendios surgieron en una región muy poblada al oriente de Los Ángeles, mientras los vientos de Santa Ana siguieron soplando ráfagas de hasta 60 millas por hora (96 km/h) que según pronósticos podrían durar hasta la noche y luego disiparse.
Un incendio avanzó rápidamente por zonas residenciales del norte de la ciudad de San Bernardino, causando la evacuación de 490 casas, aproximadamente 1.300 personas, dijo el Departamento de Bomberos de ese condado. El jefe de bomberos Don Trapp dijo que seis casas y dos instalaciones anexas fueron destruidas o dañadas por el incendio de 200 acres (80 hectáreas).