¿Quién no ha experimentado una complicada y extremadamente dolorosa ruptura amorosa? El sufrimiento puede ser tal, que algunos especialistas incluso lo comparan con dejar de consumir drogas. El hecho de perder la rutina diaria, la compañía, y a veces hasta amistades, provoca angustia en la persona. Las hormonas del estrés, el cortisol y la epinefrina, se liberan durante una ruptura amorosa. Incluso se ha demostrado que una ruptura de este tipo, puede compararse con un dolor físico muy fuerte. A menudo ocurre que quienes regresan a la soltería, se ven sometidos a situaciones de estrés, gran fatiga, cambios hormonales, falta de apetito, etc. Las curas milagrosas no existen, al menos, no todavía. Pero el tiempo sigue siendo el mejor aliado.
