Me convertí en presidente difundiendo noticias falsas

2019-10-22 8

¡Hola! Mi nombre es Dean. Y ahora les contaré cómo me convertí en presidente cuando solo tenía dieciséis años.

Tengo un sueño. Un gran sueño. ¡Cuando cumpla treinta y cinco años, me convertiré en el Presidente de los Estados Unidos! ¡Recuerden mis palabras!

Y he trabajado por mi sueño desde mi tierna infancia. Verás, mi padre está muy metido en la política. Desde que tengo memoria, siempre ha seguido todas las elecciones, desde las de presidente hasta las de congresistas, senadores y gobernadores. Cuando no hay elecciones, mira los debates políticos en la televisión y los discute con sus amigos. Yo también estaba siempre muy metido, y tal vez por eso me di cuenta desde muy temprano que quería elegir el camino de la política.

Mi carrera política comenzó cuando acababa de graduarme de la escuela secundaria y entré a la preparatoria; me inscribí en el consejo estudiantil de mi escuela. Sabía que un político era juzgado no solo por sus actos, sino también por su apariencia y empecé a crear una imagen. Eh, tú sabes, usaba trajes formales, siempre estaba muy limpio y con el cabello en perfecto estado. Yo era bastante locuaz y trataba de hablar con elocuencia. Leía muchos libros con consejos prácticos sobre cómo hablar en público. Mis nuevos amigos de la escuela me molestaban al principio, pero pronto pararon. Supongo que se acostumbraron a que yo fuera así. Después de todo, el interés en la política y el trabajo social no es peor que la aspiración de convertirse en una exitoso bloguero de videos que pasa días y noches en la red.
Ahhh... Pero no obstante, me faltaban amigos cercanos de verdad. Con una excepción, una chica llamada Sarah. Nos conocimos mientras ambos estábamos sirviendo en el consejo estudiantil, al que nos unimos prácticamente al mismo tiempo. Sarah favorecía mis intereses, en parte porque los compartimos. A ella no le interesaban en absoluto las típicas cosas "femeninas". Era muy inteligente e ingeniosa para su edad, por lo que se ha dado cuenta de su potencial en el servicio comunitario de la escuela. Solo diferíamos en una cosa, Sarah nunca Soñó En Grande, solo disfrutaba trabajar.

Dos años de servir en el consejo estudiantil de la preparatoria, y llegó el momento de elegir a un nuevo presidente de la escuela, así que decidí postularme. ¿Por qué no? Había trabajado en casi todos los departamentos del consejo. Trabajé como periodista para el periódico escolar, escribiendo artículos sobre la vida social en la escuela, entrevistando a las personalidades escolares más interesantes. Era bueno en ello, pero no era lo que buscaba, simplemente acepté este trabajo para ser popular y conocido en la escuela. Por las mismas razones también participé activamente en la organización de varios eventos, desde excursiones a bailes escolares. Tuve algo de experiencia en ser responsable del presupuesto escolar, pero esta experiencia no fue tan agradable, así que decidí... ¡ejem!...