Una inmigrante residente de la ciudad británica de Oldham fue declarada culpable de fraude y este 11 de octubre de 2019 fue condenada a 2 años de prisión, después de que durante varios años recibiera prestaciones, fingiendo estar enferma e incapaz de trabajar.
Nasreen Akhtar, de 50 años, aseguraba que era discapacitada, tenía dificultades para moverse y "necesidades de atención significativas", por lo que estaba "demasiado enferma para trabajar".
Asimismo, afirmaba que era madre soltera y por eso pedía ayuda financiera a las autoridades, así como desgravaciones fiscales.
Debido a estas condiciones, entre los años 2002 y 2013 logró que le dieran 260.000 libras esterlinas (casi 329.000 dólares) en prestaciones