80 años del regreso de las obras evacuadas del Prado

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Madrid, 11 oct (EFE).- Aunque ahora parezca impensable la destrucción del Prado, la Guerra Civil fue capaz de poner en jaque hace 80 años a la pinacoteca, y obras emblemáticas como el "Carlos V en la batalla de Mülberg" (1548) de Tiziano tuvieron que partir rumbo al exilio tras ser víctimas de este conflicto bélico.
A bordo de 71 camiones, las obras de Velázquez, Goya, Ribera, Rubens, Durero o Tiziano partieron de España desde Valencia y Barcelona, donde se 'refugiaron' cuando en 1936 el estallido de la guerra amenazaba con destruirlo todo, para pasar por Francia y llegar finalmente a Ginebra en 1939, capitaneadas por el artista Timoteo Pérez Rubio, quien dirigió la operación.
Este hecho histórico cumple ahora ochenta años y centra el Congreso "Museo, guerra y posguerra. Protección del patrimonio en conflictos bélicos" que culmina este viernes en el Prado después de tres días en los que expertos de todo el mundo han debatido sobre la protección del patrimonio en conflictos bélicos.
Y para rememorar "el periplo hacia la salvación", Javier Portús, jefe de Conservación de Pintura Española del Prado, ha recordado con Efe el viaje de tres cuadros significativos que nos hablan "de tres aspectos distintos de la relación de las obras del museo con la Guerra Civil".
"CARLOS V EN LA BATALLA DE MÜLBERG" (1548) DE TIZIANO
El cuadro del pintor italiano renacentista fue uno de los primeros censados en la lista de salvamento por ser una de las obras maestras propiedad de la pinacoteca y que permanecía en la institución desde que ésta abrió sus puertas hace ahora 200 años.
Tal era su importancia que, cuando las obras llegaron a Ginebra tas su paso por Francia, presidió la sala principal de la exposición sobre "cuadros exiliados" que se organizó en la ciudad suiza y que también contenía tapices de la conquista de Túnez y otros retratos de monarcas, porque, según Portús, lo que se quería desde España era hacer "una exaltación del imperio español".
De hecho, este fue el motivo por el que "Las Meninas" (1656) de Velázquez, "menos patriota en sus formas", no ocupara este lugar de privilegio que sí querían darle los organizadores suizos.
"LA CONDESA DE CHINCHÓN" (1800) DE GOYA
El mismo periplo recorrió hace ahora ocho décadas, junto a otras 500 obras del Prado, "La Condesa de Chinchón de Goya", única pieza privada que participó en la antes mencionada exposición de Ginebra ya que, hasta su compra en el año 2000 por parte de la pinacoteca, era propiedad de los descendientes de la retratada, María Teresa de Borbón y Vallabriga.
La protección de esta obra, que se encontraba en Madrid, fue posible gracias "al cambio de paradigma" que se produjo en la II República de 1931, ya que en la nueva Constitución de ese año se hablaba del patrimonio artístico como propiedad de todos los españoles, independientemente de su titularidad.
Esto permitió que, según explica el experto, en este viaje se salvaran también obras que "no pertenecían entonces al Prado y que también es