¡Hola! Él es Ryan, tiene quince años, y ha estado pensando en compartir esta historia por bastante tiempo. Y, hace unas semanas, dio un giro que nadie esperaba... Este relato es sobre él y su madre.
Su nombre es Diane, y Ryan es su único hijo. Esto es importante para la historia. Ella estudió para convertirse en arquitecta, pero perdió el interés realmente rápido, por lo que nunca trabajó como tal. Cuando se casó con su padre a los veintitrés años, estaba en el punto en el que no sabía realmente lo que quería hacer. Luego, poco después, su madre quedó embarazada, y eso finalmente la ayudó a decidir.
Ella comenzó un blog. Un blog de mamá o un blog de bebés, como quieras llamarlo.
Los blogs estaban más o menos en auge en ese momento, y mucha gente estaba empezando el suyo. El de Diane comenzó como una especie de diario en línea para amigos y familiares. La madre de Ryan escribía publicaciones sobre su embarazo y expectativas, y compartía consejos e imágenes, básicamente, cualquier cosa que le interesara. A medida que pasaban las semanas, el blog ganaba cada vez más lectores, y muchos de ellos eran extraños. Internet en sí estaba creciendo rápidamente en ese momento.
Después de que él nació, su madre se entusiasmó aún más con su blog. Ahora, ella tenía muchas más cosas que contarles a sus lectores. Por supuesto que Ryan no puede recordar todo lo que ella publicó, ya que el blog es más antiguo que él. Pero una vez que él creció y fue capaz de entender cómo funcionaba, se desplazó por el contenido hasta 2005. Y allí estaba todo: imágenes de él como un bebé recién nacido, luego como un niño pequeño, y así sucesivamente...
Y no se trataba solo de fotos, por supuesto. Escribiría sobre lo que sucedía durante casi todos los días, con los detalles más íntimos. Y aprendió muchas cosas que la mayoría de los niños no deben saber: como el hecho de que no fue planeado. Ryan está totalmente de acuerdo con eso, y todos estos primeros mensajes no son un problema para él en general.
Pero las cosas se pusieron difíciles a medida que crecía. No tienes muchos secretos cuando eres un niño pequeño, pero a medida que te acercas a tu adolescencia, comienzas a experimentar cosas que preferirías mantener en privado.
El problema era que su madre no parecía entender eso. Debía de tener alrededor de doce años cuando comenzó a tener problemas con lo que ella estaba publicando. Porque, ya sabes, él creció con el blog, y durante mucho tiempo no pensó que pudiera ser de otra manera.
Y lo que aún lo sorprende es que su madre no perdió el interés en ningún momento durante esos años. Por supuesto, ella ya no publicaba todos los días, pero aún lo hacía al menos dos o tres veces a la semana.
Y el contenido cambió: ahora se trataba de ser la madre de un adolescente.
Y ese era el problema.
Aquí hay un ejemplo. Cuando Ryan tenía trece años, le dijo a su madre que le gustaba una chica de su
