China cría cerdos gigantes, del tamaño de un oso polar, para combatir, asegura el gigante asiático, la escasez de carne porcina. Sin embargo, obvia los altos residuos que estos animales generan y que afectan al medio ambiente. A pesar de estos ‘inconvenientes’ la medida china podría extenderse al resto del mundo con todos los riesgos que ello conlleva.