Este vídeo está corriendo como la pólvora por Internet y no es para menos, porque el gordo es un hacha.
A pesar de los kilos, las lorzas, el barrigón y la dificultad que supone el agua, la volea está ejecutada a la perfección, con potencia y puntería.
No es un gol por toda la escuadra, pero la pelota 'entra' por dónde tenía que entrar.