Las gafas inteligentes son dispositivos electrónicos que se llevan en la cabeza como un par de gafas tradicionales, pero incorporan tecnología avanzada.
Suelen tener una pantalla integrada, sensores, cámaras, micrófonos y conectividad inalámbrica, lo que les permite ofrecer diversas funcionalidades, como:
Realidad aumentada (AR): Las gafas inteligentes pueden superponer información digital, gráficos, objetos virtuales o datos contextualmente relevantes en el campo de visión del usuario. Esto puede ser útil en aplicaciones como navegación, asistencia en el trabajo, educación y juegos.
Llamadas y comunicación: Muchas gafas inteligentes permiten realizar llamadas telefónicas, enviar mensajes de texto y participar en videoconferencias a través de la conectividad Bluetooth y la integración de micrófonos y altavoces.
Captura de imágenes y videos: Estas gafas a menudo tienen cámaras incorporadas que permiten a los usuarios tomar fotos y grabar videos de su perspectiva en tiempo real.
Navegación y asistencia: Las gafas inteligentes pueden proporcionar direcciones paso a paso, información sobre el entorno y asistencia en la navegación, lo que puede ser especialmente útil para actividades al aire libre o en entornos urbanos.
Notificaciones y alertas: Las gafas pueden mostrar notificaciones de aplicaciones, correos electrónicos y recordatorios directamente en la pantalla del usuario.
Aplicaciones y desarrollo de software: Muchas gafas inteligentes ofrecen la posibilidad de desarrollar aplicaciones personalizadas que aprovechan su hardware y sensores específicos.
Ejemplos de gafas inteligentes incluyen las Google Glass, las Microsoft HoloLens y las Oculus Quest (que se pueden considerar gafas inteligentes de realidad virtual).
Estos dispositivos se utilizan en una variedad de industrias, desde la medicina y la ingeniería hasta el entretenimiento y la navegación.