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Ella es Angie. Quiere hablar del amor. Desde la primera infancia, escuchas que el amor es asombroso, el amor es todo lo que necesitas bla bla blá. Angie dice que el amor también puede ser un épico fracaso. Deja que te cuente su historia.
Ella, hasta la preparatoria, estaba segura de que el amor no era para ella. Había sido bombardeada por las espeluznantes historias del primer amor de sus amigas. "Oh, mi novio esto, mi dulce conejito aquello...". Ella descubrió que el enamoramiento había convertido sus cerebros en chicle. Así que ella pensaba que todas eran arrogantes y estaba segura de que nunca sería capaz de comportarse de esa manera, ya que era demasiado inteligente. Miraba a todos los chicos que la rodeaban y no podía creer que alguien en la Tierra pudiera encontrarlos interesantes o atractivos. Pero, después de todo, Angie también tuvo su probada de ese pastel.
Una vez, fue a la fiesta de cumpleaños de uno de sus primos que estudiaba en una escuela diferente y allí conoció a uno de sus compañeros. Su nombre era Elías. Era alto, con ojos oscuros y una sonrisa agradable, y tenía esa mirada enigmática que vuelve locas a las chicas. A Angie no la convenció, pero estaba un poco aburrida, así que se acercó a él para conversar un poco, porque, ¿por qué no? Ella se presentó y él le preguntó que por qué no estaba bailando mientras todos ya estaban en la pista de baile. "Oh, sólo les estoy dando una ventaja. Cuando empiece a bailar, robaré la escena", respondió ella con ironía. Él parecía a la vez muy interesado. "¿Juegas ajedrez? Has usado un término de ajedrez". En realidad, sí lo juego. ¿Tú también? Él también jugaba. Charlaron un poco sobre su experiencia en el ajedrez y él resultó ser un jugador bastante experimentado. Entonces Angie le preguntó qué música le gustaba y - ¡BINGO! - ¡También le gustaba el jazz clásico! ¡Esto fue una coincidencia!
Empezó a gustarle mucho, demasiado. Cuando confesó que “La teoría del Big Bang” era su programa de televisión favorito, descubrió que ya estaba bastante enamorada. Bueno, solo bromeo, no puedes enamorarte de alguien después de 10 minutos de conversación, pero a ella le pareció impresionante cuánto se parecían. ¿Conoces a muchos amantes del jazz, el ajedrez y “La teoría del Big Bang”? ¡Ella tampoco! Finalmente, Angie había encontrado a un chico con quien era interesante hablar.
Acordaron reunirse algún día para una partida de ajedrez. Y después de todo, cuando empezaron a conversar por messenger y se reunían una o dos veces por semana para un juego y una conversación intelectual, descubrió que era difícil para ella separarse de él por mucho tiempo. Angie comprendió que se había enamorado primera vez en su vida, y sentía todas esas mariposas en el estómago, cosas que siempre había detestado. Bueno, esa fue la lección por ser arrogante.
Ella pensó que se
