Entramos a un mundo oculto de nuestro día a día, la represión y el orden. Para cada vida hay una muerte y cada persona tiene una comezón que solo pocos rascan: una pequeña voz que nos dice que apaguemos una vida. Puede que camines por la calle y choques con otra persona e intercambies una sonrisa, sin saber que ese extraño se está imaginando tu cuerpo sangrando mientras tienes tu último respiro. Hay un lugar para esas personas. Todos ellos han matado, han pensado en matar, unos quieren detenerse, otros quieren hablar y algunos solo quieren escuchar. Como Alcohólicos Anónimos, los Asesinos Anónimos tienen sus reuniones que regularmente las lleva un líder; Joanna, que alienta y guía al grupo a través de sus experiencias e impulsos. La única diferencia: las reuniones son secretas. Los asesinos reciben un mensaje, diciéndoles el dónde y cuándo, y, una vez ahí, con la confianza del círculo, ellos comparten. Pero, en ésta noche en particular, la ciudad ha sido alterada por el intento de asesinato del Senador de los E.U.A, John Kyle y el profesional y brutal destino de su casi asesino. Una cadena de eventos que están transcurriendo, mientras el grupo se reúne para su sesión nocturna. El Grupo se encuentra confundido por la presencia de un nuevo miembro, que parece que no pertenece ahí, y con la sorpresiva noticia de que el Senador de los E.U.A ha sido declarado muerto, causa que la sospecha aumente en el grupo. Conspiración y secretos gubernamentales se revelan mientras que una adolescente accidentalmente escucha todos esos oscuros secretos, y la imposible aparición del Senador pone en shock al grupo.
