Cada día, desde hace siete años, Alejandra Orta lleva perrarina a la Universidad Central de Venezuela para alimentar a la manada de perros callejeros de esta casa de estudios. Sin embargo, en la actualidad vive dificultades para continuar con su labor. El precio del alimento, el costo de las medicinas veterinarias y una carta de desalojo que llega a su puerta por tener siete animales en su casa, son los problemas que Alejandra enfrenta diariamente entre cada uno de los recorridos por la Central.
Proteccionista por vocación, estudiante de derecho por convicción, Alejandra Orta cuida a un total de 44 perros y cinco gatos pero sueña con tener muchos más y contar con un refugio con las condiciones óptimas para atenderlos.
La fundadora de Peluditos UCV Venezuela mantiene la labor con la ayuda de las donaciones que recibe por la cuenta de Instagram de la organización y afirma que aunque la situación que enfrenta es difícil tiene la certeza de que superarán este obstáculo.