Ripoll dice que volvió al fútbol después de no tocar una pelota en mucho tiempo y que las órdenes que envía su cerebro a los pies llegan tardísimo y no estaría coordinando sus movimientos. El cerebro está completamente desconectado de los pies. Le pregunta a Hugo Lamadrid si a los futbolistas les ocurre lo mismo cuando están acercándose al momento del retiro.\n\nEl Flaco Lamadrid confiesa que eso le sucedió a los veintidós años pero que la remó con dignidad. Todos se cagan de risa porque obviamente está jodiendo. Hablando en serio admite que esto de la desconexión entre el cerebro y las piernas ocurre. En su caso las operaciones en el tobillo aceleraron su retiro a los 32 años. \n\nLos entrenamientos cuestan el doble y encima jugás con pibes de dieciocho o diecinueve años que no respetan a nadie y te pasan por encima. En su época se respetaba al más grande o te cagaban a trompadas. "Hoy en día me imagino que es mucho peor", dice Lamadrid.
