Tras estallar el movimiento #MeToo en 2017, Kevin Spacey, el protagonista de House of Cards, fue acusado de una presunta agresión sexual a un joven de 18 años en el 2016. Finalmente, tras carecer de la prueba principal, el teléfono móvil, y poniendo el denunciante trabas para comparecer en los juicios, el tribunal de Massachusetts ha acabado con la causa.