Entre abril y julio de 2017 murieron 167 personas durante las protestas violentas convocadas por la oposición venezolana, según datos del Ministerio Público de Venezuela. Algunas de ellas fueron quemadas vivas, otras degolladas, otras asesinadas con arma de fuego o bombas caseras; dos de cada tres víctimas se identificaban como chavistas y el 65% de las víctimas no participaban en las protestas. Estos hechos se suman a un episodio similar ocurrido en 2014, así, la Asamblea Nacional Constituyente promulgó una Ley contra crímenes de odio que está vigente desde noviembre de 2017. teleSUR