La operación se inició cuando el dispositivo de control establecido en aguas próximas al Estrecho detectó una embarcación del tipo neumática semirrígida con rumbo a Punta Carnero (Algeciras), cargada con fardos de los habitualmente utilizados en el tráfico ilegal de hachís. Fue establecido un control en la posible zona de descarga para evitar el alijo y los patrulleros de Vigilancia Aduanera emprendieron la persecución de la nave contrabandista, logrando su abordaje y deteniendo a sus cinco tripulantes.