Todo el pueblo se ha echado a la calle pero faltan manos. En Campillos aún no han podido evaluar los daños del desastre. Siguen sacando barro y lodo. El agua llegó hasta el techo en algunas viviendas. Los locales están destrozados, lo han perdido todo. Desde el aire la desolación es completa. El agua se ha tragado miles de hectáreas de campos, casas y carreteras.