Un ataque al periodismo intolerable y totalmente inaudito. Que la policía pretenda requisar el móvil personal y las investigaciones de un periodista, de varios periodistas en este caso, para saber cuál es su fuente. Un ataque frontal al artículo 20 de la Constitución, y algo que no podemos permitir. Sin fuentes, la mayoría de los temas que llenan los informativos, los periódicos, y las emisoras de radio, no existirían. Y hoy es un día muy triste para esta profesión, y por extensión, para todos los ciudadanos que quieran saber la verdad
