Las víctimas de abusos
sexuales del clero se sienten defraudadas y desatendidas. Creen que la Cumbre
organizada por el Papa Francisco no ha servido de nada. Y su discurso mucho
menos. No les convence. A la indignación y decepción que les ha ocasionado sus palabras consideran también que no
contiene medidas concretas sino solo frases hechas.