Doce horas de disturbios
dejan la frontera de Venezuela con Colombia llena de escombros y las relaciones
diplomáticas entre ambos países, rotas. Aunque ese parece el menor de los
problemas para Nicolás Maduro. Su negativa a facilitar la entrada de ayuda
humanitaria provocó serios enfrentamientos entre la población y el ejército que
deja cientos de heridos y varios muertos. Y la tensión continúa.