Crece la tensión entre Estados Unidos y Rusia por un incidente entre dos buques de guerra en aguas del Pacífico. El percance se produjo cuando el destructor ruso estuvo a punto de colisionar con el crucero estadounidense. Los dos barcos llegaron a estar a menos de 50 metros uno de otro, aunque finalmente no llegaron a tocarse. Ambos países se responsabilizan mutuamente de maniobrar de forma irregular.