Entre patadas y gritos se resiste a ser detenido este hombre. Una hora antes, pistola en mano, había matado a 5 personas en cinco lugares distintos de Darwin, al norte de Australia.
El detenido, de unos 45 años, se encontraba en libertad condicional y controlado por un brazalete a causa de un delito anterior.
Las autoridades afirman que no se trata de un acto terrorista.
Lamentan un suceso al que Australia jamás se acostumbrará.