Familiares y amigos despidieron este lunes al futbolista José Antonio Reyes, fallecido el sábado en un accidente de tráfico.
Decenas de personas quisieron darle el último adiós a la salida de la iglesia de Santa María de la Mesa de Utrera (Sevilla), su localidad natal, al término de la misa de córpore insepulto en un funeral multitudinario.
Justo en ese momento, y cuando el ataúd de Reyes pasaba ante ellos, dos agentes de la Guardia Civil se cuadraron. El gesto no pasó desapercibido en las redes sociales, donde ha generado un debate sobre si hicieron lo correcto.