Con total parsimonia el ladrón escapa del robo... Va tras él una empleada, pero no es la única que le persigue. Desde las terrazas graban al caco, y la comisaría recibe un aluvión de llamadas. El ladrón echa a correr, pero tres patrullas le interceptan y detienen. A su compañera, que había robado en la farmacia, logra reducirla una de las empleadas. Había sustraído cremas y productos por importe de 500 euros. Los dos están acusados de robo con fuerza.