Nadie imaginaba en el Reino Unido del Brexit que las urnas volverían a ponerse para unas elecciones europeas. Y la jornada llega marcada por la delicada situación de Teresa May. La portavoz de los conservadores en la Cámara de los Comunes, Andrea Leadsom, ha presentado su dimisión este miércoles como rechazo a los nuevos planes de May, que abren la puerta a un segundo referéndum. "Me preocupa que este proyecto de ley con sus nuevos elementos no haga posible el Brexit", alega. Y preguntada por si debería dimitir May, responde con un simple 'gracias'. Pero estas maniobras en su partido y en su gabinete, parecen tomadas para forzar su dimisión. La votación de hoy es un fracaso político para conservadores y laboristas. Sus miembros miran ahora con temor al eurófobo Nigel Farage y su partido del Brexit, que según las encuestas, podría arrasar en las urnas. Y eso a pesar de que el Parlamento europeo cuestiona su honestidad, y está investigando si recibió regalos como un coche y viajes a Estados Unidos, de parte de un empresario favorable al Brexit.
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