"Tengo miedo a las plumas. ¡Entro en pánico! Plumas de gallina, incluso de los plumeros... una vez, durante mi adolescencia, había una pluma en mi cama, no conseguía cogerla para quitarla... entré en pánico! Esto sucede desde que era muy pequeña, mi madre me ha contado que me pasa desde que soy pequeñita, yo tenía una almohada de plumas y algunas se veían, entré en pánico, ¡lloraba, lloraba! Mi madre fue a ver qué pasaba, ¡yo estaba llorando, desesperada, con las manos en la cabeza! De una vez, en un Zoológico, vi unas plumas en el suelo, me quedé paralizada, ¡entré en pánico! ¡Es horrible! ¡Me desespero! Ni siquiera puedo imaginar el acercar a mí una pluma... (llorando). Me ataca un miedo, una desesperación, el corazón se dispara, me pongo a sudar... Cuando era cría, la gente que lo sabía me asustaba... Yo no conseguía siquiera acercarme a una gallina, a los pollitos... decía: "Tienen plumas... tienen plumas"... Padecí asma desde niña, me curé con Homeopatía. Hubo una época en que yo soñaba muchas veces con plumas, que caían sobre mí..."