La noche empezaba tímida en Ferraz. Y eso que las encuestas a pie de urna auguraban buenos resultados para el PSOE. Y, efectivamente, la calle se fue llenando como hace tiempo no se recordaba. Sólo faltaba esperar al presidente. Que aguardaba en compañía de su equipo más cercano a que estuviera prácticamente el 100% del escrutinio. Acompañado por su mujer, la vicepresidenta y el resto de pesos pesados de su Ejecutiva. De los peores resultados del PSOE, defenestrado hace menos de 3 años, a recuperar la senda de la victoria. Sube más de 2 millones de votos, 6 puntos, y 38 escaños, hasta 123 diputados. Aunque gobernar en solitario no parece tan claro. Un panorama prácticamente monocolor. Salvo en País Vasco, Cataluña y Navarra, donde empata, gana en todas las Comunidades Autónomas. Incluso en los feudos del PP: Galicia, Murcia, La Rioja, Castilla y León y Madrid. Y vuelve a ser la fuerza más votada, todo un símbolo, en Andalucía. La mejor celebración posible para, en tres días, cumplir sus 140 años de historia.
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