Cada día, al caer la tarde son fieles a su cita. Miles de estorninos se pasean sobre el casco viejo de Pontevedra durante unos minutos realizando auténticas coreografías en el aire, en unos movimientos sinuosos y llenos de delicadeza, a los que sólo les falta una banda sonora. Muchos son los que se paran a admirar este espectáculo de la naturaleza cada tarde. Tras unos minutos danzando, cuando cae la luz y anochece, se van cada tarde al mismo magnolio, enorme y centenario, donde todos ellos se van haciendo sitio, para descansar hasta el día siguiente. Por la mañana desaparecen y reaparecen con su danza por la tarde. Los vecinos dicen que llevan viéndolos semanas, desde que comenzó el invierno. Estas aves suelen llegar de países del Norte de Europa a pasar la época más fría en nuestro país y es habitual verlos en muchas ciudades. Aunque para casi todos los vecinos es un espectáculo, también tiene sus inconvenientes, ya que los miles de pájaros que residen en este árbol de Pontevedra emiten un ensordecedor sonido, pero lo que más molesta a los vecinos, y sobre todo a los hosteleros son sus 'cacas'. Ya que tienen toda la zona sucia con sus restos a pesar de los trabajos diarios del personal de limpieza del Concello de Pontevedra por mantener limpia a diario la zona.
-Redacción-
