Tras nueve horas de registro, Antoni Vives, abandona su despacho en un coche de la Guardia Civil. El que fuera teniente de alcalde y responsable de Urbanismo durante el mandato de Xavier Trias ha pasado la noche en los calabozos de Tarragona. Él y siete de los 18 detenidos ayer. Entre ellos, Francesc Sánchez, a quien Artur Mas encargó la transición de la antigua Convergència al PDECat y el extesorero del partido, Andreu Viloca. La abogada de ambos ha pedido su puesta en libertad, y de momento, ya ha salido Sánchez. Mientras, en el terreno político, la defensa la ejerce el propio expresident. "Hay voluntad de hacer daño. Hay voluntad de montaje. Siempre coincide con los grandes temas de Cataluña" ha dicho. Una tesis que niega el Gobierno. Mas se refiere a la declaración de Artur Mas ante el juez por el 9N prevista para el próximo lunes. De su posible inhabilitación habla otro expresident, Jordi Pujol, en unas grabaciones publicadas por La Vanguardia. Una conversación, con un grupo reducido de jóvenes, donde revela como fraguó con Mas su marcha de Convergència. A mí, expulsadme. Mañana mismo me expulsáis del partido. Y además me retiráis todos los honores que tengo como expresidente. Honores o pensión. Y donde suplica que la presunta corrupción del partido, no tape su legado. Toda la mierda para mí. Si yo me llevo mucha mierda, al partido le puede quedar poco. Pero sobre todo, sobre todo, sobre todo, no renunciéis a la obra hecha. Al capital. Pujol hace también predicciones. Ve probable que Junqueras sea el futuro presidente de la Generalitat. Descarta, en cambio, que lo consiga Ada Colau.
-redacción-