Tras su marcha del FMI en 2007, Rodrigo Rato se dedicó al mundo de las conferencias. Hasta 65.000 euros cobraba por una charla, según los datos que recoge el informe de la policía antifraude. Es la cifra que le pagaron Repsol y Caja Madrid por dos conferencias.
Telefónica, Unión Fenosa, IBM, Cámaras de Comercio de Madrid, CEOE y algunas de las cajas que luego fueron rescatadas también contrataron sus servicios. En total, en su faceta de conferenciante, Rato llegó a ingresar, entre 2007 y 2014, más de 1,4 millones de euros por 39 charlas. El precio medio rondaba los 36.000 euros.
Según Hacienda, Rato facturaba estos ingresos a través de una de sus sociedades para eludir el pago en el IRPF.
Algunas de las empresas de Rato se remontan a su etapa del gobierno con Aznar. Este hotel, propiedad de la familia, según el informe de la agencia tributaria, recibió una subvención del gobierno siendo Rato vicepresidente.
