Este vecino de Mos (Pontevedra) llevaba en prisión desde enero del año pasado como presunto autor del crimen de su mujer. Ante la Guardia Civil declaró que se la había encontrado muerta en casa, sin embargo pasó a disposición judicial como principal sospechoso. El hombre niega que acabara a palos con la vida de su esposa y la juez le deja en libertad hasta que se celebre el juicio por falta de pruebas. La decisión no la comparten los vecinos del pueblo, quienes aseguran que entre ambos no había buena relación. La víctima, de 69 años, le había denunciado en 2014 acusándole de malos tratos habituales. Una denuncia que retiró cuando llegó el juicio. Hoy todo el pueblo de Mos se ha concentrado en la plaza para pedir que se haga justicia.
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