El candidato de la derecha a las elecciones presidenciales de Francia, François Fillon, se mantiene firme en su carrera hacia el Elíseo, a pesar de la reciente citación por parte de los jueces para ser imputado por el "caso Penélope". La esposa de Fillon podría haber cobrado hasta 7.900 euros mensuales por un empleo ficticio como colaboradora de su marido junto a dos de sus hijos. El candidato y su esposa serán investigados por cargos de desvío de fondos públicos, tráfico de influencias y ocultación de actividades. A pesar de la caída en picado de su popularidad, Fillon niega que vaya a retirarse y asegura que luchará hasta el final, calificando la investigación de "asesinato político".