Asombro ante la primera granja de moscas del mundo. Está en Alicante. En ella se crían nada menos que 20 millones de estos insectos al año. Estos bichos tan incómodos son una gran fuente de proteínas. Eso sí, de momento las moscas no están destinadas al consumo humano. Se exportan para convertirlas en piensos animales tanto en ganadería terrestre como en acuicultura. Su funcionamiento es como el de cualquier granja animal: cría en cautividad, engorde, selección y producto final. La harina de insectos podría llegar al consumo humano.
-Redacción-