Esta mañana Irene Montero intercambiaba teléfonos con sus homólogos. Desde esta semana es la voz oficial de Podemos en el Congreso, y en este momento la única mujer entre los portavoces parlamentarios de los distintos partidos. Un paso al frente y decidido con el que se ha estrenado ella en su primera junta como titular, aunque dentro decía estar abrumada. Inevitables las preguntas sobre su antecesor. Solo nueve días después de Vistalegre II, la unidad que reclamaban las bases ha dejado a Errejón fuera de juego. Él será portavoz en la Comisión Constitucional del Congreso, pero de momento nada más. La tan anunciada candidatura para las primarias de cara a la Comunidad de Madrid no está todavía en sus planes. Lo que ya sabemos es dónde se sentará a partir de ahora en el hemiciclo. Pasa de la segunda fila junto a Iglesias, a la tercera, justo detrás. Consecuencia directa de haber puesto sobre la mesa ideas y estrategias diferentes a las suyas. No es el único movimiento, más errejonistas pierden posiciones, como Tania Sánchez, que va directa al gallinero.
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