El primer y único debate electoral en Holanda se ha centrado en la crisis diplomática con Turquía. Y no es para menos, porque desde el Gobierno de Erdogan no han cesado las amenazas y acusaciones. El viceprimer ministro ha anunciado la prohibición de regresar al país al embajador holandés, actualmente de vacaciones. Y ha ido más allá. Se cancelan los permisos de vuelo para los diplomáticos holandeses. Por su parte, el presidente ha acusado a Alemania de apoyar a los terroristas, señalando a Angela Merkel. "Tarde o temprano pagarán por esto", ha sentenciado.
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