Desde las loscalidades italianas de Mesina y Catania han podido disfrutar de este espectáculo nocturno. Si nos acercamos, vemos a la perfección la fuente de lava del volcán Etna, situado en la isla de Sicilia. Las cámaras térmicas han captado, de nuevo, los temblores internos del volcán más despierto de Europa. Actividad sísmica que fuera se traduce en estas explosiones incandescentes, con ceniza incluída, y columna de humo. Ya de día sigue respirando, aunque con menos intensidad. Cada año se acercan miles de turistas hasta este gigante de más de tres mil metros de altura. Pero pocos son los que tienen la suerte de contemplar sus cráteres con magma. De momento, estas últimas erupciones no implican riesgos. Las carreteras cercanas, y el aeropuerto de Catania continúan funcionando con total normalidad.