El jurado tendrá que determinar la culpabilidad o inocencia de Miguel Ángel Muñoz Blas, que confesó ser el asesino de Denise Pikka, la peregrina estadounidense desaparecida cuando hacía el Camino de Santiago y hallada muerta cinco meses después. Tras múltiples versiones del acusado, su abogado mantiene que la única válida es la que niega su autoría. Pero él condujo la Policía hasta el cadáver. Denise Pikka se desvió del camino al seguir una flecha que el presunto asesino colocó para conducirla hasta su casa. Ahí le golpeó cabeza y tórax, y según confesó, al ver que sufría, le cortó el cuello, le amputó las manos y enterró el cadáver en Castilla de los Polvozares. Pero no fue ahí donde hallaron el cuerpo. El abogado contradice la declaración de su defendido cuando niega que movió el cadáver hasta Santa Catalina de Somoza.También rechaza que robara a la víctima más de 1.100 dólares que cambió a euros en una sucursal bancaria. La Fiscalía pide para él 20 años de prisión por asesinato y otros cinco por robo con violencia.