Roman Zozulya y su representante, José Lorenzo, han acudido a las oficinas del Rayo con un notario y un traductor para intentar aclarar la situación del jugador ucraniano y justificar que el futbolista había acudido allí a reunirse tras expirar el plazo que tenía para seguir entrenando con el Betis. Cuando llegaron allí y después de estar un tiempo dentro, salían con la sorpresa de que nadie les había recibido y se les comunicó que debían trasladarse a las afueras de Madrid. En la reunión se esclarecerá la solución definitiva del futuro del jugador.
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