La operación comenzó cuando descubrieron a una mujer nigeriana y embarazada, trabajando en un club de alterne, con la promesa de contraer matrimonio con un hombre adinerado en Bélgica. Las sometían a rituales de vudú para amenazarlas con que si rompen el pacto, su familia corre peligro. Ahí empieza el largo viaje, que la lleva desde Libia hasta Marruecos donde es rescatada en alta mar y trasladada a Algeciras. Allí contacta de nuevo con la red y le dicen que vayan a Málaga, Sevilla y de allí a ser explotada sexualmente en Orense.
Una fuente anónima denuncia la explotación y la víctima pone fin a 3 años de pesadilla, mientras los 4 integrantes de la banda criminal han sido detenidos. A través del plan contra la trata, la Policía Nacional quiere que se denuncien estos hechos, aunque sea de forma anónima.
Una lacra que mueve alrededor de 3000 euros al año en España y cuyas redes atrapan, según la ONU, a 140000 mujeres en toda Europa.
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