Nos vamos de paseo con Sabina y Romero, los nuevos vecinos de Benagéber. Estos dos burros, madre e hijo, sufrieron malos tratos de su anterior dueño y ahora han sido apadrinados por los vecinos de esta pequeña localidad valenciana.
Su caso no es el único. En los últimos años ha aumentado la cifra de burros abandonados y maltratados por su falta de aprovechamiento. Pero aquí todos se han volcados con ellos.
Hasta eligieron sus nombres entre todos y los burros, encantados. Sobre todo si les llevan comida y les hacen mimos. Porque todavía tienen secuelas del pasado.
Los vecinos, desde luego, hacen todo lo posible para que los animales se sientan bien.
Y Sabina y Romero lo agradecen porque se muestran dóciles y tranquilos. Sin duda son felices en su nuevo hogar.